Acaba de llegar a Netflix y ya está entre lo más visto de la plataforma: la película de 90 minutos que mezcla thriller y acción

• Las 100 mejores películas de acción de la historia del cine
• Las 50 mejores películas de acción para ver en Netflix
• Las 60 mejores películas de guerra de la historia del cine
  

Las películas de acción innovadoras son más difíciles de encontrar que el Arca de la Alianza, y por eso en el género se trata más de perfeccionar el oficio. Es el caso de 'El corazón del cazador', que se ha colado como una de las mejores películas de Netflix de 2024, donde un programador sudafricano que muestra poco interés en desviarse de los tropos del subgénero del asesino retirado es obligado a volver al juego. El director Mandla Dube se muestra con la suficiente maestría como para que sigamos viéndola, una película que ya está en el top 2 de Netflix, siendo superada solo por 'Aquellos que desean mi muerte' de Angelina Jolie.

'El corazón del cazador': de qué va la película de acción de Netflix

Zuko Khumalo (Bonko Khoza) cree que está fuera. Pero, ¿lo volverán a meter? Probablemente. Sobre todo ahora que ha dejado atrás su vida de asesino de operaciones encubiertas que mata a la gente con una enorme lanza y se ha instalado en una agradable y aburrida vida doméstica con Malime (Masasa Mbangeni) y su hijo Pakamile (Boleng Mogotsi). Se gana la vida reparando motos. Se compra un anillo de compromiso. Se lleva estupendamente con el chico. Nada le obligará a volver a su antigua vida. Nada. Será mejor que dejes de ver la película ahora mismo, porque tratará de poco más que de levantarse y desayunar y jugar con el niño y girar una llave inglesa. REINA LA FELICIDAD.

Pero... Ocurren cosas. Al corrupto y asqueroso candidato presidencial Mtima (Sisanda Henna) le gusta encargarse de los disidentes. Tiene en su punto de mira a Johnny Klein (Peter Butler), un viejo aliado de Zuko, como terrorista. Y tiene a la jefa de la Agencia Presidencial de Inteligencia, Molebogeng (Connie Ferguson), en el bolsillo. Una mañana, Johnny Klein llama a la puerta de Zuko y pone en marcha el proceso de reincorporación, pero no es fácil: Zuko está atormentado por la vez que, sin querer, mató a un tipo con una lanza delante de su hijo. Todos conocemos a tipos como Zuko, porque todos hemos visto un montón de películas de acción sobre asesinos que han salido del negocio de matar y acaban volviendo al negocio de matar, porque el negocio de matar no es tan fácil de dejar pero es muy fácil volver a él, especialmente si tienes cosas que amas en tu vida que se convierten en objetivos fáciles para los villanos. Ya sabes, como un perro, o un un niño adorable.

Estás esperando a que Zuko vuelva a hacer lo que mejor sabe hacer, y eso no es ser un hombre de familia (aunque debemos reconocer que es bastante bueno en eso). Así que, por supuesto, Zuko se resiste, pero llega un momento en que no tiene más remedio que dejar de resistirse. Mientras tanto, hay otros personajes que completan la historia, como la agente de la PIA Naledi (Nicole Fortuin), que hace lo correcto en lugar de lo incorrecto, como Molebogeng, y el periodista Bressler (Deon Coetzee), que intenta acabar con Mtima desde el cuarto poder, en lugar de utilizar una lanza aterradoramente grande para acabar con la gente, como hace Zuko.

'El corazón del cazador': crítica de la película de acción de Netflix

No juzgues 'El corazón del cazador' por ser predecible. Júzguela por su sólida destreza técnica: una cuidada ejecución de las secuencias de combate cuerpo a cuerpo, algún que otro capricho estilístico, un montaje hábil y un buen ojo para llenar el encuadre. La película da la sensación de ser un filme de acción de bajo presupuesto rodado digitalmente directamente a la carta, de esos que inexplicablemente aparecen de vez en cuando en el top 10 de Netflix, pero con un sentido visual más vigorizante, lo que nos indica que Dube no está cobrando necesariamente un sueldo, sino que puede tener algo que demostrar como director.

Y esa modesta pero notable vigorización mantiene a 'El corazón del cazador' a flote. Hay momentos en los que la película parece enrevesada porque sí, en los que el melodrama parece un poco exagerado, en los que nos abrimos paso a trompicones a través de una escena en la que un camión repleto de tanques de gasolina altamente explosivos entra convenientemente en escena para que pueda explotar de verdad y la motocicleta de Zuko pueda parecer tan chula como eficaz zumbando entre las llamas. Pero Dube es lo suficientemente sabio como para darse cuenta de que los efectos prácticos hacen que películas como ésta sean mucho más creíbles, por lo que se aleja de los CGI, estrellando coches reales y haciendo hincapié en el "whoomp-and-crack" tangible de los puñetazos que asestan brutales golpes al cuerpo. Se trata de una fórmula muy sencilla que las películas basadas en CG parecen pasar por alto: Cuando la violencia parece realista, se elevan las apuestas y la película es mucho mejor por ello.

Ignacio Herruzo Martínez

Ignacio es experto en cultura, pero desde hace más de 10 años se ha especializado en cine y series, tanto las que se estrenan en la gran pantalla como en las plataformas de streaming. Lo mismo te habla de los estrenos de Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video, como que te cuenta la última hora de ‘Masterchef’ o de cualquier otro programa de televisión.   

Con ya una larga experiencia como crítico, conoce las mejores series y películas y le encanta verlas antes que tú para poder decirte si merecen la pena o no. Conoce todos los estrenos de la semana y le encanta recomendar series y películas a sus amigos, familiares y a los lectores, algo que ha ido haciendo en diferentes blogs personales y a través de las redes sociales. Le gusta todo: sigue a grandes directores como Martin Scorsese, Quentin Tarantino o Steven Spielberg, y se sabe de memoria todo el universo de Marvel, Star Wars, El señor de los anillos y el mundo Disney.    

La cultura es su principal hobby y aunque se considera un cinéfilo, también le encanta la música, sobre todo internacional, y los videojuegos, a los que dedica todo el tiempo que le deja el cine y las series, claro. El deporte es su otra pasión, que desarrolló en sus inicios en el diario deportivo MARCA.   Ignacio Herruzo es Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2012. Desde entonces no ha parado de escribir desde que comenzó en 2013 en el grupo Hearst, donde ha ejercido de redactor en diferentes webs y revistas como Teleprograma, Supertele y Diez Minutos.