Ser una persona activa físicamente es clave para la salud y para el bienestar general. Pero, por supuesto, el ejercicio físico es fundamental si se pretende perder peso. Y, claro está, es el pilar para mantener la figura a largo plazo y no vivir sometidos a los bailes de la balanza. Apostar por la actividad física como herramienta para estar bien es un una forma de garantizar un peso saludable, sentirse bien con uno mismo y cargarse de energía, además de disfrutar de ventajas como eliminar estrés y descargar tensiones.

Como el tiempo, en la vida actual, es un bien escaso (y a veces una excusa para la pereza), te aconsejamos buscar pequeños huecos en el día a día que te permitan dedicar el cuidado que tu cuerpo requiere. Cuando estés en casa, aparca unos minutos lo que estés haciendo y haz pequeños bloques de ejercicios. A veces, cinco minutos de ejercicio al día consiguen resultados sorprendentes. Los más efectivos y sencillos para hacer en tu propio hogar son:

-Sentadillas: Separa ligeramente las piernas (los pies deben "mirar" un poco hacia fuera). El tronco debe estar estirado y los brazos extendidos. Agáchate, llevando tus glúteos ligeramente hacia atrás. El tronco ha de permanecer recto y la cabeza ha de mirar hacia adelante. Cuando los muslos estén en paralelo al suelo, habremos terminado la primera parte de la sentadilla. Regresa a la posición inicial y repite. Para empezar, haz dos bloques de diez.

-Flexiones: Coloca las palmas de las manos en el suelo a la altura de los hombros, ligeramente más abiertas que el ancho de los hombros. Levanta el cuerpo hacia arriba a la vez que vas enderezando los brazos, y mantén una una postura erguida. Baja el cuerpo doblando los brazos y vuelve a la posición inicial extendiendo los brazos. Repite tres series de ocho. Para comenzar, hazlas con las rodillas apoyadas en el suelo.

-Zancadas: Pon los pies juntos y da un paso hacia adelante doblando las dos piernas hasta que la rodilla de atrás casi toque el suelo y ambas rodillas estén dobladas a 90 grados. Cambia de pierna con cada repetición. Haz 20 repeticiones con cada pierna.

-Fondos de tríceps: Apoya las manos en el asiento de una silla (encima de las patas delanteras). Coloca los pies en el suelo por delante del cuerpo, con las rodillas flexionadas. Mantén la cadera elevada (sin que toque la silla). Realiza una flexión de los dos codos bajando la cadera hacia el suelo, sin llegar a tocarlo. Hacer una extensión de codos para volver a la posición inicial. Repite, al menos, ocho veces. Y ve avanzando poco a poco.

-Elevación lateral de brazos: Coge un par de mancuernas y, de pie, con los pies separados a la anchura de las caderas y las rodillas ligeramente flexionadas, levanta las pesas en forma recta a los lados hasta que tus brazos estén paralelos al suelo y perpendicular a tu torso. Haz tres series de diez.

-Abdominales: Tienes varias opciones, llevar las rodillas al pecho, la rutina codo-rodilla contraria, levantar cabeza y hombros... En todas, recuerda siempre tener la espalda bien pegada al suelo y no tirar de "cervicales". Ve poco a poco. Es importante ir progresando sin lesionarse.

Después de cada ejercicio, estira. Y recuerda hacer "aerobic casero": Antes y después de los ejercicios de tonificación (los que acabamos de explicarte), ponte música y corre de forma estática unos minutos, sin avanzar, alternando la elevación de rodillas al pecho y los talones hacia los glúteos. También puedes usar una bici estática, la máquina más accesible y útil para tener en casa. Y, antes, durante y después, hidrátate.

¿Te animas a cuidarte? Pues hazlo, entulínea te ayuda.