Si te has puesto en marcha y has decidido modificar tus hábitos para mejorar tu figura y tu salud, tienes que tener en cuenta que hay un primer paso fundamental: el equilibrio emocional y la autoestima. Para empezar, valora por qué quieres perder peso. ¿Es un deseo o una necesidad? Si lo vives como si fuera una necesidad desesperada, te derrumbarás enseguida, al mínimo obstáculo. Y te rendirás. En cambio, si lo vives como un deseo, te será más fácil ser constante y seguir motivada. 

Mírate con objetividad y confianza y busca ayuda profesional para saber cuánto tienes que perder. Ante todo, recuerda: no tienes que cambiar lo que eres, sino mejorar un aspecto de ti para sentirte mejor y llevar una vida más saludable. Por lo que has de partir del equilibrio emocional, de la estabilidad y de la madurez; así te pondrás una meta realista y no te desestabilizarás. Si no estás convencida de querer hacerlo, si no estás armada de confianza y con la autoestima en buen nivel, sólo lograrás desestabilizarte, sufrir altibajos y desmotivarte. 

No deposites tu entereza y tu confianza en el hecho de adelgazar, sino en ti, en tu constancia, en tu capacidad para mantener el ánimo aunque a veces no sea fácil, en la fuerza de voluntad que pones cada vez que te calzas las zapatillas y sales a caminar o coges la bici. Disfruta de estos momentos: no son sacrificios para adelgazar, sino premios a tu salud y a tu cuerpo.

Tan importante como no rendirte a mitad de camino es comenzarlo con buen ánimo. No partas de una postura desanimada, todo lo contrario: tienes que sentirte optimisma. Cuidarte es una batalla de fondo, no de rapidez. Has de aprender a comer para perder y mantener un peso y adoptar nuevos hábitos que modificarán tus costumbres, desde tu actividad física a la lista de la compra.

Recuerda:-La salud no va por partes: si estás en tu peso, estarás más sana, más ágil, tu corazón funcionará mejor y tú te sentirás mejor, por eso, cuidarse va de la mano del equilibrio emocional.-Olvídate de los cánones y los ideales. No somos un patrón. Cada uno tenemos nuestro peso ideal que depende de nuestra constitución. Perder peso no consiste en intentar ser otra persona, sino en estar bien.-Ser obsesivo es dañino. No te obsesiones con un peso ni con el objetivo. Disfruta del camino cuidándote, viendo tus progresos... y avanzando paso a paso. Y busca apoyo. Puedes encontrarlo en entulínea, con planes de adelgazamiento  y ayuda para lograr la figura que deseas.